19.7.08

Cartas de amor

He apretado tu carta una y otra vez contra mis labios, dulcísima Helen, bañado en lágrimas de alegría, o de una "divina desesperación". Pero yo, quien tardíamente, en tu presencia, alardeaba sobre el "poder de las palabras" ¿de qué me sirven ahora?
Yo puedo creer en la eficacia de las plegarias al Dios de los Cielos, yo puedo efectivamente arrodillarme humildemente, arrodillarme en esta la más formal época de mi vida suplicando de rodillas por palabras, pero las palabras que pueda revelarte, más vale que me permitan yacer desnudo junto a tí, mi entero corazón. Todos los pensamientos, todas las pasiones, parecen ahora mezcladas en este único deseo que me consume [...] (Edgar Allan Poe a Helen Whitman )

Carta de amor (Chateaubriand a Madame Juliette Récamier)
Esta es mi primera carta; te llama a Roma, o me devuelve a París. Créeme que nada en esta vida sería capaz de separarme o desviarme de tí. No puedo decirte cuánto sufro, porque estás sufriendo también. Piensa! Un mes habrá pasado antes de que regrese a Roma; pero luego tendré un mes cerca de tí. Sería que tú vengas unos días antes. Si no vienes, todos los errores corren por tu cuenta; porque te amo muchísimo, te llamo a mi lado constantemente, así no tendrás pretexto para abandonarme. Recuerda que debemos terminar juntos nuestros días. Es un pobre presente, regalarte el resto de mi vida, pero tómalo... Mi buen ángel, sé mi guardián.

Carta de Marcel Proust a Madame Straus

Jueves, luego de dejarte


Madame:

Yo amo a las mujeres misteriosas, desde que tú eres una...

1 comentario:

Z E N dijo...

Definitivamente Proust.
Un beso grande para Ud.