“La llama
es, entre los objetos del mundo
que
convocan al sueño, uno de los más
grandes productores
de imágenes.
La llama
nos obliga a imaginar”
Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca."
Como agua para chocolate, Laura Esquivel
Me gusto este CUENTO
4 comentarios:
Muy bello, me gustó, Ángela.
besos.
Una llama en la oscuridad y el mundo es otro.
Besos.
parpadeos del cerebro
El aliento del amor enciende el fósforo de la vida y sólo él en cualquiera de sus acepciones,mantiene alejada esa tibieza que nos acompaña tantas veces.
La película me produjo un impacto increible y la recuerdo como enriquecedora.
Besucos.Pasaba por aquí
gó
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