29.7.10

La causa de todas nuestras adversidades y desgracias es única y consiste en la debilidad de nuestra voluntad, en la aversión a todo esfuerzo del ánimo y principalmente al esfuerzo perseverante. Apatía, inconstancia, desaplicación, son otros tantos nombres adecuados para designar ese fondo de universal pereza que es a la naturaleza humana lo que la gravedad a la materia.
Nos dice PAYOT que solamente a través del cultivo de sentimientos nobles podemos vencer la desidia y la apatía. Nos explica, que la inteligencia poco puede hacer a favor del fortalecimiento de nuestra voluntad, pues la voluntad se mueve y opera no en base tanto a ideas, sino a sentimientos y profundos afectos.
La verdadera inteligencia consiste en el exacto conocimiento de la realidad

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