......
Me encamine al sagrado recinto,
Me envolvió la bienvenida del abad,
Me hundí en los principios de la razón sublime
E hice polvo las razones terrenas.
El religioso y yo nos volvimos uno
Agotamos todo lo que la palabra puede expresar.
Las flores quedaron inmóviles como nosotros.
Escuché a la alondra suspendida en el espacio,
Y la Insondable Verdad relumbró en mi.
Sung Chih Wend (660-710)
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